Cocinar con tu hijo puede ser una experiencia muy enriquecedora para ambos y a la vez una manera muy divertida de pasar una tarde de domingo. Si tu hijo tiene ya más de tres años es un buen momento para empezar a trastear en la cocina.
Están desarrollando el sentido del olfato, el tacto, la vista, la audición y el gusto y por tanto cocinar puede ser una manera de descubrir nuevas sensaciones y educar sus sentidos.