Pena que se impone a quien ha cometido un delito o una falta. Esta es la definición que hace la Real Academia de la Lengua del castigo, demasiado dura para aplicarlo a los niños. En cambio, en una acepción más antigua, también define el castigo como ejemplo, advertencia, enseñanza. En este caso sí estaríamos hablando de algo más acorde a lo que debe ser el castigo aplicado a los niños.