Puede que haya quien piense que los bebés se diferencian poco unos de otros, duermen casi todo el tiempo y lloran cuando quieren algo. Pero lo cierto es que desde que nace cada niño presenta un comportamiento concreto, ya tiene un carácter que se va a manifestar de diversas maneras. Los padres deben ser conscientes de ello, aprender a conocer a su bebé y actuar en consecuencia, todo ello buscando en última instancia la felicidad del niño.
En general se puede hablar de bebés fáciles y difíciles en función de su forma de comportarse, lo normal es cada niño tienda más hacia un lado u otro, aunque en momentos concretos pueden adoptar conductas diferentes a la habitual.
Por tanto, pese a que no hay patrones fijos, sí podemos tener unas guías que nos permitirán saber como actuar con nuestro hijo.