Sabemos lo importante que es desarrollar una imagen positiva de nosotros mismos, también sabemos que en la construcción de esa imagen es fundamental el papel del entorno más cercano del niño, son los padres los que tienen la misión de hacer que su hijo se sienta querido y se valore. Pero la concepción que uno tiene de si mismo va variando a lo largo del tiempo, puede que un niño haya recibido todo el apoyo en casa pero que en determinadas situaciones muestre una conducta que haga pensar que ha dejado de valorarse.
Identificar este tipo de conductas es necesario para actuar cuanto antes y evitar que esa percepción negativa se mantenga mucho tiempo.
Uno de los ámbitos en los que se pueden detectar problemas con la autoestima es el académico. En este sentido los niños con una alta autoestima se adaptan fácilmente y desarrollan estrategias que les permiten avanzar, por ejemplo pidiendo ayuda ante un problema de difícil solución. Además son niños que se atribuyen a si mismos tanto sus éxitos como sus fracasos, si sacan buena nota son conscientes de que lo han merecido porque han estudiado y se siente orgullosos, del mismo modo ante el fracaso asumen sus responsabilidad y saben por tanto qué hacer para que no vuelva a ocurrir.