Consejos para que los niños se diviertan en la cocina

La cocina suele ser un territorio vetado para los niños, los padres temen que se vaya a quemar, que haga algún desastre o que se ponga en peligro con productos de limpieza, por eso lo normal es que se le aleje de este entorno. Pero esto no es una buena idea, los niños sienten más curiosidad precisamente por aquello que les está prohibido, así que lo mejor para que la cocina deje de ser un riesgo es introducir a los niños en ella, algo que además les encanta.

Guardando las mínimas medidas de seguridad podremos tener a nuestro hijo en la cocina sin que corra ningún riesgo y él además va estar encantado de participar en el proceso.

Cuando son muy pequeños podemos tenerlos sentados en una trona o similar y dejarles algún alimento con el que puedan entretenerse. No debemos tener miedo a que se ensucien o manchen, para ello el mundo de las texturas y sabores es todo un descubrimiento, además de esta forma conseguiremos que se interese por la comida y no haya problemas a la hora de alimentarlo.


Las responsabilidades a la hora de cocinar deben ser acordes a su edad


Según sea más mayor podemos darle pequeñas responsabilidades, puede poner sal en la ensalada, o lavar la verdura, siempre con nuestra supervisión. Mezclar alimentos o amasar es otra de sus actividades preferidas. Cuando estén preparados podemos elaborar con ellos sencillas recetas.

Comer un plato preparado por ellos mismos es una de las cosas que más gusta a los niños, también es una buena forma de mantenerlos entretenidos a la vez que se hacen responsables de la alimentación y comprenden la necesidad de comer bien y de forma sana. Pueden preparar desde una torre vegetal, con pan, lechuga, tomate o pavo, hasta amasar unas galletas o montar una pizza con sus ingredientes preferidos. La cocina ofrece muchas posibilidades, despierta su imaginación e incluso nos pueden sorprender con sus sugerencias culinarias.

Junto a la alimentación debemos enseñarles a mantener el orden, esto es especialmente importante en la cocina, cada cosa debe estar en su sitio y cada aparato tiene su función. De esta forma cuando sean más mayores no solo les gustará la cocina sino que sabrán trabajar con orden. La limpieza también es importante, hay que enseñarles a recoger una vez han terminado.


Además de cocinar también pueden ayudar con las otras tareas del hogar


Otra forma de intervenir en la cocina y además hacerle partícipe de las tareas del hogar, es ayudando en la elaboración de la lista de la compra. Se puede hacer como un juego, buscando aquello que falta y anotándolo, podemos incluso pedir su opinión respecto al menú semanal en base a unos criterios mínimos de alimentación sana. El niño sentirá así que se le tiene en cuenta y se mostrará mucho más dispuesto a comer aquello que el mismo ha decidido.

La cocina puede convertirse de este modo en una gran escuela donde los niños aprenden diversas habilidades y formas de conducta con la ayuda de sus padres, todo ello con el valor añadido que supone disfrutar de los placeres de la buena mesa.