Un niño que se cae del tobogán, otro que se atraganta en casa, un tercero que sufre un golpe con el coche… Los accidentes pueden suceder en cualquier lugar y en cualquier momento, y los niños, debido a su indefensión, son uno de los colectivos más propensos a ello.
De hecho los accidentes son la primera causa de mortalidad infantil, según la Organización Mundial de la Salud mueren al año más niños por lesiones que se hubieran podido prevenir que por enfermedades.