Si queremos que nuestro hijo no desarrolle malos hábitos y costumbres lo mejor es predicar con el ejemplo. Será difícil que no se meta el dedo en la nariz, por mucho que le digamos que eso está mal, si ve que en casa se hace. Los niños aprenden más por lo que ven que por lo que se les dice, especialmente si es algo contradictorio.
Pedirle a un niño que deje la chaqueta en su sitio cuando nosotros la dejamos tirada en cualquier lado no tiene sentido, y lo que nuestro hijo acabará imitando es lo que hacemos, no lo que decimos.
Pero hay ocasiones en que un hábito como chuparse el dedo o morderse las uñas, no es debido a la imitación si no que responde a un modelo de comportamiento concreto y está provocado por algún problema más grave. Esto será lo que los padres deberán observar, si el chuparse el dedo le causa problemas a la hora de hablar o en la escuela habrá que trabajar para eliminar ese hábito. Lo primero es identificar la causa, normalmente un niño que realiza una conducta de forma obsesiva pueden tener un problema de ansiedad, los padres deben consultar con el especialista para trata de averiguar la causa y ponerle solución.