La hora del baño es, al igual que la hora de la comida, uno de los momentos que los niños tienen que ser capaces de realizar de forma autónoma en cuanto sean capaces bien de coger la cuchara o la esponja para lavarse.
No hablaríamos entonces de una edad determinada, hay niños más autónomos que otros, bien porque les han enseñado pronto o porque les gusta hacer las cosas solos.
Lo que es importante es que por el placer de bañarles los padres no retrasen ese momento de dejar que sean ellos los que se encarguen de su higiene personal.
Bañarse solos sirve a los niños para reafirmar su independencia, comprueban que son capaces de hacer cosas por su cuenta y eso les hacer sentir capaces y autosuficientes. No se trata de dejarles solos con tres años en el baño y que se arreglen, porque nos podemos encontrar con un buen estropicio o algún accidente, pero sí de dejar que sean ellos los que actúen y nosotros seamos cada vez más espectadores.