Es una de las experiencias más duras por las que puede pasar un niño, el abuso sexual es un delito que como adultos debemos intentar prevenir y reconocer de todas las formas posibles ya que, cuando más se prolongue en el tiempo, mayores y más graves secuelas se producirán en las víctimas más inocentes que pueda haber, los niños.
Los niños pasan por muchas etapas durante la infancia, el crecimiento produce una serie de cambios a todos los niveles, estos cambios van a traer modificaciones también en su conducta, un niño puede pasar de una actitud despreocupada y feliz a otra más reflexiva e introvertida.
Esto no necesariamente tiene que indicar que está sufriendo un abuso, pero los adultos que estén a su alrededor deben estar atentos a todos estos cambios que si bien pueden ser normales debido a su desarrollo, también nos pueden indicar que hay algo que no va del todo bien en su entorno.