Cuando hablamos de la seguridad de bebés y niños toda precaución es poca, son los miembros más vulnerables de nuestra sociedad y es responsabilidad de los adultos que su entorno sea lo más seguro posible, además de ayudarles a distinguir los peligros que pueden encontrar en su propia casa. Y es que es precisamente el hogar el lugar donde más fácil es que sufran sus primeros golpes y accidentes.
En función de la edad del niño habrá que tener más o menos precauciones, con un niño de pecho no habrá que tener cuidado aún con que se pillen la mano con la puerta, pero si con dejar a su alcance objetos que les puedan dañar.