La llegada del invierno representa siempre un problema importante para las familias con hijos, ya que las bajas temperaturas hacen que los pequeños no puedan jugar al aire libre tanto como ellos quisieran.
Este ‘enclaustramiento’ en el hogar provoca que los niños se sientan más nerviosos y agobiados, y los padres tienen cada día más problemas para controlarlos.
Por lo tanto, es necesario que elaboren unas pautas de comportamiento para que todo se desarrolle con normalidad dentro de casa.