Lo primero que el niño tiene que tener claro es que la hora de la comida es para comer, no es un momento de juegos, ni de ver la tele, es el momento de alimentarse para crecer sanos y fuertes y también es la hora de reunirnos en familia y comentar el día.
Enseñar al niño a comportarse correctamente en la mesa es más fácil de lo que parece.
Lo primero y básico es que los padres mantengan a su vez un comportamiento ejemplar. Si a la hora de comer cada uno va por su lado, uno se sienta en la mesa, otro en el sofá viendo la tele y otro se queda en la cocina, este comportamiento caótico es lo que va a imitar el niño ya que sus padres son su modelo de referencia. Por tanto lo primero será establecer un orden y una rutina a la hora de comer, mismos horarios y costumbres.