Solo pensar que nuestro hijo pueda pasar por una experiencia de este tipo nos quita el sueño, pero negar la realidad no va a servir para que ésta deje de existir. Así, aunque el riesgo siempre va a estar presente, lo mejor será preparar a nuestros hijos para que conozcan los peligros y sepan por tanto como afrontarlos.
El único modo de que el niño reconozca una situación de abuso sexual es haberle hablado previamente de ello, por duro que resulte es importante que sepa que no todo el mundo es bueno y que aprenda a reaccionar ante cualquier situación problemática.
Si no lo hacemos nosotros va a ser la tele, internet o el resto de medios de comunicación los que se encarguen de ello y puede que esta no sea la forma más apropiada de hacerles comprender una compleja realidad.