Una de las quejas comunes de las madres y los padres respecto a sus hijos es las pocas muestras de cariño que reciben de ellos cuando empiezan a hacerse mayores. Muchos reconocen no haber escuchado un ‘te quiero’ de sus hijos en meses, y esto es verdaderamente triste. Pero ¿de quién es la culpa? ¿Acaso nosotros, sus padres, les decimos que les queremos y les hablamos de nuestros sentimientos a menudo?
Aquí es donde radica el problema, enseñamos a nuestros hijos a comer, a ducharse, a vestirse, a comportarse en casa o en la escuela, a ser respetuoso con los mayores, pero no les enseñamos a que sepan expresar sus sentimientos, no hablamos con ellos de miedos, tristezas, alegrías o vergüenzas.