La difícil tarea de recoger los juguetes

En menos de un minuto los niños son capaces de desplegar todo su arsenal de juguetes, muñecos, pelotas, piezas de construcción, casitas, pizarras, pinturas… Todo aparece en un visto y no visto, pero a la hora de hacerlos desaparecer de nuevo la cosa no es tan sencilla.

Cuando empiezan a jugar los niños entran en su propio mundo de fantasía y todo lo demás desaparece, no son conscientes del tiempo, no piensan ‘voy a jugar diez minutos a esto que luego tengo que ir a comer’, simplemente van sacando y jugando y cuando les dicen ‘recoge que hay que ir al baño o a cenar’ despiertan de golpe al mundo real y eso no les suele gustar nada.


Para los niños recoger los juguetes es muy difícil


Así que lo primero será entender que para ellos no es nada fácil guardar de nuevo todos los juguetes, necesitan un tiempo para dejar de lado sus historias y cambiar de actividad.

Para ello es necesario que sus padres le ayuden, pueden comentarle con antelación la siguiente tarea a fin de que se vaya mentalizando y tienen que ayudarle también a comprender que recoger es algo necesario.

Para ello debemos acostumbrarles a ello desde pequeños, está claro que un niño de un año no va a poder recoger todos sus juguetes pero se lo podemos plantear como un juego más en el que participarán gustosos, cuando crezcan comprenderán que eso de recoger no es tan divertido pero lo importante es que ya tienen el hábito.

Los padres pueden ofrecerse a ayudarles, pero ojo, se trata de una ayuda no de hacerlo todo nosotros. Muchas veces no tenemos la paciencia de esperar a que lo hagan ellos y acabamos recogiéndolo todo, los niños se darán cuenta dey cada vez serán más lentos y poco colaborativos. Si el niño se toma su tiempo le podemos retar a que lo haga más rápido, la competición es algo que les suele gustar.


Es importante enseñarles que guarden los juguetes conforme dejan de jugar con ellos


Otra cosa que les debemos enseñar para que la tarea de recoger no se haga tan pesada, es ir guardando según terminan con un juguete, esta costumbre no la van a tomar solos así que es necesario que compartamos momentos de juego con ellos, enseñándoles a recoger.

A todo el mundo le gusta que su espacio esté ordenado, debemos hablar con nuestros hijos y mostrarles la diferencia entre una habitación ordenada y otra desordenada. Seguramente le gustará que sus cosas estén en el mismo sitio siempre y encontrarlas cuando las busca. Probemos a dejar un día todo por en medio, seguramente no le guste y empezará a valorar la importancia del orden.

No se trata tampoco de obsesionarse hasta llegar a agobiar al niño, debe aprender a responsabilizarse de sus cosas y valorarlas pero sin que el momento de recoger se convierta en un sinfín de reproches y amenazas. Enseñándole desde pequeño y siendo constante es como se logrará crear este hábito que con el tiempo acabarán valorando.