La estatura y el ritmo de crecimiento en niños y niñas

¿Será alto, será bajo? La estatura que tendrá nuestro hijo es uno de los aspectos por los que los padres nos solemos preocupar. Lo cierto es que no hay más que mirar los propios genes para saber por dónde van a ir los tiros, lógicamente de unos padres bajitos lo normal es que salga un niño más bajo y lo mismo a la inversa.

Pese a todo no se trata de una ciencia exacta y hay casos que pueden resultar curiosos, incluso entre hermanos.

El crecimiento comienza desde el momento en que el óvulo es concebido y en el mismo van a influir factores diversos, aunque sí que se puede hablar de una media en torno a la cual se suelen situar la mayoría de niños.


La estatura y peso vienen determinados por la herencia genética en gran medida


Al nacer los bebés rondan los 50 centímetros una cifra que se duplicará en los cuatro primeros años de vida. El ritmo de crecimiento disminuirá entonces a razón de siete centímetros al año hasta que el niño cumpla los siete años y a partir de ahí crecerá una media de cinco centímetros anuales.

Con la pubertad concluirá este ciclo de crecimiento, un periodo que además se alarga más en hombres que en mujeres, en el momento en que se cierran los cartílagos de los huesos el proceso se detiene por lo que no es posible crecer de adulto. Este proceso dura más en el caso de los hombres, mientras que en las mujeres la llegada de la menstruación marca además la desaceleración del crecimiento.

Estas cifras son como comentamos una media, el hecho de que un niño crezca más o menos va a depender de dos grandes tipos de factores. Por un lado está todo lo que tiene que ver con la herencia genética y el crecimiento del bebé en el vientre materno, la alimentación que reciba a través de la placenta y las condiciones generales que se den en el útero. Por otro lado el crecimiento se verá influido por todo lo que va a acontecer en la vida del bebé una vez llegue a este mundo. De hecho la media de altura de los niños se ha incrementado en las últimas décadas en países como España debido a la mejora de las condiciones de vida.


Factores ambientales que afectan al peso y talla del niño


Así, el tipo de alimentación, las enfermedades que padezca, sus hábitos de vida, el desarrollo hormonal e incluso el afecto que reciba serán determinantes en su proceso de crecimiento, especialmente durante el primer año de vida.

De todos ellos la alimentación es uno de los más importantes, aunque no existe una relación directa entre comer mejor y crecer más si la hay entre comer peor y crecer menos. La introducción en nuestra dieta de productos más sanos y una mayor atención a la alimentación infantil desde todos los sectores han favorecido el citado incremento en la media de altura.

En definitiva el proceso de crecimiento será distinto en cada niño en función de sus características y entorno, habrá niños que crezcan mucho y muy rápido mientras que otros peguen el estirón ya casi en la pubertad.