La vista es uno de los sentidos que se desarrolla tras el nacimiento, el bebé ha estado durante nueve meses en el útero materno donde las posibilidades de desarrollar su vista son limitadas. Una vez sale al exterior el ojo necesitará pasar por un periodo de adaptación mediante el cual poco a poco empezará a percibir todos los matices de su nuevo mundo.
Hasta los tres meses de edad los recién nacidos no acaban de fijar la vista aunque son capaces de percibir los cambios de luz y los rostros próximos a él, por ello de lo que se trata en estas primeras semanas es de ayudarle a enfocar colocándonos frente a él.
Hasta el sexto mes el bebé es consciente de sus manos, las mira y juega con ellas, empieza a percibir las distancias, es el momento de ofrecerle móviles musicales, sonajeros y todo aquello que pueda atraer la atención de su vista. A partir del sexto mes observaremos como poco a poco tiende a coger aquello que le llama la atención y busca juguetes llamativos, por lo que hay que proporcionárselos.