¡Otra vez te has hecho pipi!, ¡eres un mañaco!. Frases como éstas pueden hacer que nuestro hijo se sienta muy avergonzado, a pesar de que algunos padres crean que es la forma de corregir que el niño no controle la orina durante la noche.
El sistema implicado en el control de esfínteres suele tardar varios años en madurar, hasta los 5 años, se considera normal que existan fugas de orina involuntarias.
Pasada esta edad, el niño puede tener de forma intermitente, algún escape de pipí nocturno que es importante normalizar hasta que su sistema madure correctamente. Sólo cuando el problema persiste, debemos preocuparnos y dirigirnos al profesional especializado.
¿Podemos ayudar de alguna forma a nuestro hijo con sus escapes de pis nocturno?
Existen algunas recomendaciones para ayudar al niño a evitar que moje la cama durante la noche, aunque conviene señalar en primer lugar lo que NO debemos hacer:
– No debemos reñir, insultar o comparar al niño con otros de su edad. Nuestro hijo seguirá su propio proceso de maduración a su ritmo, no es culpa suya y no debemos castigarle de ninguna forma. Lo que se recomienda es mostrarse comprensivo, ayudarle a cambiar sus sábanas y animarle a conseguirlo.
– Los expertos no recomiendan restringir el consumo de agua desde media tarde – noche para evitar el escape de pipí nocturno en nuestro hijo. Su sistema debe madurar fisiológicamente.
– No despertarle a media noche para ir al baño. A pesar de que algunas recomendaciones apuntan a esta medida, la mayoría de expertos recomiendan evitarla, ya que interrumpe el sueño del niño y no consigue el efecto deseado.
Dicho esto, abordaremos una pauta muy recomendada por los profesionales para ayudar a que nuestro hijo duerma relajado y pueda controlar de mejor forma el pipí nocturno: el baño antes de dormir.
El baño antes de dormir causa un efecto relajante del que podemos hacer uso adultos y niños. En los pequeños, no siempre resulta fácil establecer esta rutina a la que muchos se resisten a pesar de los beneficios.