Nos puede parecer que pasan muy rápido pero dos meses son mucho tiempo, especialmente para un niño que no tiene el mismo sentido del tiempo que nosotros. Por eso, aunque pensemos que hace nada que iba al colegio o a la guardería y que no va a tener ningún problema en el regreso, lo cierto es que para un niño resulta muy duro retomar una rutina que cuanto más pequeño es más olvidada tenía y cuanto más mayor, más consciente es de las responsabilidades y obligaciones que conlleva.
A pesar de que nuestro hijo se desenvuelva sin problemas en la escuela y se lo pase bien, cuando llegue la hora de volver va a tener que pasar por un periodo de adaptación que será más o menos largo y complicado en función de como sea el niño y de como lo hayamos preparado para ello.