Desde el nacimiento y durante toda la infancia el ser humano atraviesa por diversas etapas en su proceso de desarrollo, son cambios que afectan a todas las áreas: cognitiva, motora, emocional, social o psicológica. Pasar de un estado a otro no es sencillo, requiere un proceso adaptativo que suele ir acompañados de cierto miedo ante lo desconocido.
Se trata de miedos normales e incluso necesarios.
El miedo es una respuesta del organismo ante las nuevas situaciones, es lo que hace que tengamos la precaución necesaria para no adentrarnos en un terreno potencialmente peligroso. Por ello es completamente lógico que los niños tengan miedo a estar solos, a la oscuridad o al monstruo del armario.