Como padres queremos que nuestros hijos estén sanos, felices y evitarles sufrimientos en la medida de lo posible. Pero mantener a los hijos dentro de una burbuja no les va a ayudar a enfrentarse a la vida, y no perdamos de vista que esa es nuestra misión principal: enseñarles y educarles para saber desenvolverse con éxito una vez emprendan su camino.
Este camino va a estar plagado de penas y alegrías, de fracasos y éxitos y los niños debe saber enfrentarse adecuadamente tanto a unas como a otras.
El fracaso no es plato de gusto de nadie, pero hay que saber sobrellevarlo. La diferencia entre las personas que han aprendido a lidiar con él y las que no, está en que las primeras extraerán un aprendizaje del mismo y volverán a intentarlo con nuevas armas, en cambio las segundas, se rendirán, desistirán, no serán capaces de superarlo, ante esto ¿cómo queremos que sean nuestros hijos?