La seguridad de los pequeños en los viajes es, sin duda, una de las cuestiones que más preocupan a los padres. Y es que, son muchos los informes que indican que la principal causa de mortalidad en la infancia son los accidentes de tráfico.
De este modo, a pesar de las numerosas campañas que realizan organismos como la DGT, son muchos los padres que no siguen las reglas establecidas para que el menor vaya seguro, ya sea por ignorancia o por falta de responsabilidad.
Sea por un motivo u otro, deben ser conscientes de que se trata del pasajero más débil y al que hay que prestar mayor atención.
Los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte hasta los 4 años
Así, según datos de la Asociación Española de Pediatría, la muerte en carretera es la primera causa de mortalidad en menores de cuatro años, así como la segunda en pequeños de dos años y la cuarta en niños de tan sólo un añito. Además, según estos estudios, lo más alarmante es que, el motivo de dicho fallecimiento suele ser el hecho de que estos pequeños no llevan ningún Sistema de Retención Infantil. Por ello, los datos que arrojan estos informes, deben servir para que los padres sean conscientes de que, la utilización de estos sistemas, es decir, de las sillas de seguridad infantiles, es, sin duda, una de las principales formas de evitar estos accidentes.
De este modo, no llevar al pequeño sentado y bien sujeto en estas sillas indicadas especialmente para los trayectos en carretera, puede provocar, en caso de accidente, además de la muerte, lesiones en cabeza y cuello. Y es que la falta de desarrollo muscular del cuello del niño, en caso de un fuerte choque, puede acabar derivando en lesiones vertebrales e incluso en daños en la medula espinal. También pueden producirse desgarros internos, fracturas de costillas e incluso lesiones de pulmón o de corazón.
Por ello, y ante la magnitud de los daños, los padres deben tomar conciencia de la importancia de que el pequeño vaya seguro, no sólo en trayectos largos sino también en los más cortos que se hacen en ciudad. Y es que, a veces, cuando el viaje es breve, no se le coloca la silla. Nunca se sabe cuándo va a producirse un accidente.