Cuando hablamos de este tipo de trastornos del sueño nos estamos refiriendo a alteraciones en el transcurrir normal del proceso del sueño. No es por tanto un capricho del niño, ni una forma de llamar la atención que se deba ignorar.
Tanto las pesadillas como los terrores se engloban en el grupo de las denominadas parasomnias, que se definen como todos aquellos sucesos o conductas extrañas que suceden durante el sueño.
Ambas suelen aparecer a partir de los tres años, por lo que si observamos conductas anómalas durante el sueño antes de esta edad seguramente sean debido a otra causa, para salir de dudas lo mejor es consultar a un especialista.