Seguramente habremos escuchado a nuestros abuelos hablar sobre cómo antiguamente los niños eran capaces de divertirse con una simple cuerda para saltar, un palo o una pelota, y cómo se sorprenden cuando ver a sus nietos aburridos, a pesar de tener tantos juguetes y entretenimientos a su alcance.
El gran desarrollo que ha experimentado la sociedad desde los años de nuestros abuelos, nos ha regalado grandes ventajas en muchas áreas de nuestra vida, por ejemplo, actualmente, disponemos desde que somos bebés de juguetes educativos que pueden estimularnos tempranamente o de nuevas tecnologías que favorecen el acceso a una gran cantidad de información.
Sin embargo, las facilidades que se nos proporcionan, en ocasiones pueden jugar en nuestra contra, y provocar un mayor aburrimiento en los niños, que incluso puede llevar a un hastío generalizado que interfiera en sus vidas. Algunos aspectos importantes son:
1. Demasiada estimulación.
Los expertos han confirmado que disponer de muchos juguetes, supone un exceso de estimulación y dificulta que el niño pueda concentrarse en experimentar adecuadamente con cada juguete y realizar un correcto aprendizaje de sus funcionalidades, además resulta más difícil valorarlos y cuidarlos.
2. Poco tiempo para la creatividad.
Los padres, que siempre deseamos que nuestros hijos aprendan y aprendan más, solemos llenar su agenda diaria con actividades extraescolares, deberes y un “poco de tiempo para jugar”. Antiguamente, cuando no era posible asistir a clases de inglés o judo, los niños disponían de mucho más tiempo para inventar juegos y desarrollar su ingenio.
3. Sobreprotección
Los momentos de aburrimiento son normales tanto en la vida de los niños como en la de los adultos, de hecho, son necesarios para desarrollar la creatividad y agudizar el ingenio. El problema, en algunos casos, radica en los propios padres que deseamos aliviar de todo malestar a nuestros hijos, favoreciendo así que sean personas más dependientes e inseguras.
Debemos evitar la sobreprotección de nuestros niños y dejar que ellos mismos solucionen sus pequeños problemas, buscando alternativas nuevas.
4. Exigencia de los padres.
Muchas veces, los padres, asocian que el niño esté tumbado un rato en su habitación, al desarrollo de una actitud de vaguería o falta de responsabilidad, por lo que reprimen esos momentos de expansión y les encomiendan alguna tarea o actividad a realizar. Dentro de un orden, debemos respetar algunos momentos de este tipo para que nuestro hijo aprenda a pensar más y mejor.
¿Cómo ayudar a los niños en el desarrollo de su creatividad ante el aburrimiento?
– Proporcionarles juguetes simples con los que puedan imaginar, construir, fantasear…etc
– Interesarse por sus aficiones para fomentar la involucración en actividades que desarrollen sus potencialidades y su identidad.
– Darles tiempo para jugar al aire libre y con otros niños, donde se pueden descargar tensiones y desarrollar juegos con el propio cuerpo.
– Fomentar el uso de materiales creativos como acuarelas, plastilina, instrumentos musicales, disfraces, libros, juegos de magia, cartas…etc
– Inventar con ellos algunos juegos para que sirvan de modelo y puedan hacerlo solos en otro momento.