En la mayoría de ocasiones los padres suelen enfadarse o reñir a los niños cuando éstos no saludan a las personas que vienen de visita o, cuando en cambio ellos son los que van a visitar a alguien. Sin embargo, aunque es cierto que puede ser considerado de mala educación, es importante que los padres conozcan las razones de dicha actitud.
De hecho, los especialistas en comportamiento infantil afirman que en la mayor parte de los casos ese rechazo al saludo por parte de los niños es como muestra o resultado de su timidez, ya que puede que, sobre todo en el primer contacto, se sientan cohibidos y por ello no quieran dar un beso al que llega.
Se debe enseñar a saludar, no forzar a saludar
En estos casos, aunque es importante que sus padres les indiquen que es importante saludar y que este gestó debe formar parte de su vida cotidiana, no deben reñirles o presionarles en exceso, ya que así no conseguirán sino que los niños aún se cierren más sobre sí mismos.
Y es que los padres deben entender a sus hijos y comprender que a veces se equivocan pero que tienen derecho a hacerlo, ya que, tras el error irán aprendiendo lo que está bien o no.
De este modo, será importante que ellos mismos sean ejemplo para los pequeños, saludando y demostrando que este gesto es una forma cariñosa y educada de recibir a alguien y de abrirle las puertas de la casa, si es que se tratara de una visita. Además si el pequeño tiene hermanos y ellos sí que saludan, aunque no habrá que compararle con ellos, será fácil que el pequeño tenga como modelo a los propios miembros de su familia, para ver que es un gesto sencillo y que todos hacen. Lo importante es explicárselo con la mayor normalidad y naturalidad del mundo.