¿A quien no le han dicho más de una vez que se controle?. Tratar de dominar las reacciones o emociones parece sencillo, pero llevarlo a la práctica a veces conlleva cierta complejidad.
Los humanos tenemos una herramienta muy poderosa para manejar nuestro comportamiento y poder conseguir nuestras metas: el autocontrol.
Una serie de habilidades que nos permiten definir un objetivo, aprender a esperar y llevarlo a cabo. Es la capacidad para poder dirigir la propia conducta en el sentido deseado.
Hasta los 6 años los niños no desarrollan el autocontrol
Los niños de 0 a 6 años no tienen desarrollado el autocontrol de su conducta, actúan por impulsos y deseos inmediatos, les cuesta inhibir su comportamiento, y ante un “No”, pueden mostrarse desinteresados o gruñones. Es una reacción totalmente normal para un pequeño ser humano que aún no tiene fuerza de voluntad.
El autocontrol no es un rasgo de personalidad, por lo que se deben evitar etiquetas y reproches a los niños. Los padres han de preocuparse por establecer las pautas adecuadas que les ayuden a desarrollar esta habilidad.
En ocasiones se observa que un niño actúa de forma descontrolada con mucha frecuencia, a pesar de crecer en edad, no presenta mayor dominio de su conducta, continúa desobedeciendo y mostrando muy poca fuerza de voluntad. En estos casos, es importante actuar tanto desde casa como en la escuela.