Este pequeño artilugio tiene tantos detractores como defensores, ideado como un falso pezón busca tranquilizar al niño mediante la succión, el problema está en cuando este sustituto pasa a ser totalmente imprescindible para el niño.
El chupete no es un invento actual, desde hace siglos las madres han utilizado trozos de tela o gomas con las que calmar a sus hijos cuando lloraban o tenían hambre.
Hoy su uso está totalmente generalizado y cuenta con una serie de ventajas que pueden ser muy útiles a los padres, aunque siempre teniendo en cuenta que no se debe dejar la responsabilidad de calmar a nuestros hijos solo en este trozo de plástico.