El Feng Shui en la decoración infantil

El feng shui es una disciplina oriental que promueve el aprovechamiento de las energías que circulan por una casa para conseguir que sus habitantes se sientan lo mejor posible.

Se puede aplicar la teoría del feng shui a la habitación de un niño, para intentar conseguir un equilibrio energético que ayude a que la energía circule de manera fluida y positiva por ella.


Los colores del feng shui en un dormitorio infantil


Los tonos que deben protagonizar la decoración del dormitorio de un niño, si queremos aplicar las bases del feng shui, son los neutros, que podemos aplicar tanto en las paredes como en el mobiliario.

De todos modos, va a ser necesario que introduzcamos también notas de color, pero con moderación.

Hay que tener en cuenta que los colores van a tener una influencia en la personalidad del niño. Por ejemplo, el azul lo puede convertir en vago, o en una persona emocionalmente fría. Un tono inadecuado puede romper la funcionalidad del feng shui, por lo que se recomienda que, en caso de duda, se opte siempre por usar colores neutros.


La influencia de los muebles, según el feng shui


Si pretendemos optimizar la energía de la habitación de nuestro hijo a través de la aplicación de las técnicas del feng shui, debemos tener en cuenta que la ubicación de los muebles debe responder a unas reglas ineludibles:

  • El cabecero de la cama debe estar colocado en una pared sólida
  • Hay que dividir, dentro de la misma habitación, un espacio que se dedicará a dormir, y otro a estudiar. Un biombo o un mueble separador – como una estantería – puede ser una buena opción para conseguirlo.
  • La mesa de estudio debe situarse delante de una pared, para que el niño se siente con la espalda protegida.
  • Las literas, según el feng shui, aportan inestabilidad al dormitorio de un niño, por lo que es mejor evitar que formen parte de su decoración.


Los elementos decorativos en el feng shui


Los preceptos de esta disciplina oriental indican que en el dormitorio de un niño no puede faltar un símbolo que lo proteja, como una figurita de un ángel.

En cambio, hay que evitar colocarle en la decoración de su dormitorio elementos que le puedan dar miedo, desde su perspectiva infantil. Tampoco hay que dejarles, si son más mayores, que coloquen objetos que, por su color o forma, inspiren negatividad, aunque sean las típicas espadas de los juegos infantiles.

Una de las teorías del feng shui es que la energía que desprenden los objetos colocados en una habitación, acabarán impregnando a las personas que hagan vida en ella. Esto también se hace extensivo a las fotos que, en algunas casas, llenan las habitaciones de manera excesiva. En todo caso, si se decide colocar algunas, hay que tener siempre en cuenta actualizarlas. Si un adolescente, o un adulto joven, sigue teniendo en su habitación fotos de bebé, estamos evitando que madure y se desarrolle como persona, ya que solo recibirá esas energías ‘antiguas’.