Literalmente viento y agua, esta es la tradición de una disciplina de origen chino que busca mejorar la vida a través de una estética adecuada. Según esta disciplina existe un aliento vital, también llamado chi, que se ve afectado por la forma y disposición del espacio, por la orientación y por los cambios temporales.
Así según esta teoría, según como esté orientada la vivienda y dispuestos los muebles habrá más o menos probabilidades de llevar una vida feliz, libre de aspectos negativos y abierta a lo positivo. La armonía en los espacios en los que nos desarrollamos traerá consigo armonía interior y en nuestras relaciones.