No hay nada más hermoso y gratificante para los padres que ser testigo de las carcajadas de su bebé, por acto reflejo nosotros sonreímos y disfrutamos con él. El momento del baño, es un espacio idóneo para compartir risas con nuestro hijo, sacando el niño que todos llevamos dentro. Además, puede ser el relajante perfecto para ambos, dejando de lado nuestras preocupaciones y preparando al niño para su hora de dormir.