Llamamos trona a la silla especialmente pensada para dar de comer a los niños. Es más alta que una silla normal y permite que el niño tenga su propio espacio para poco a poco ir aprendiendo a comer.
Existen dos clases de tronas, las normales o de uso en casa y las transportables. Dentro de cada clase podemos encontrar varios tipos:
– Tronas normales: tenemos dos tipos: las fijas, que son las “de toda la vida" que constan de un solo cuerpo y suelen ser plegables y las convertibles, las cuales podemos ir cambiando su forma y disposición según va creciendo en bebé hasta que cumple varios años de edad e incluso algunas se convierten al final en una silla normal y corriente.
– Tronas transportables: tenemos dos tipos también: las que se sitúan encima de una silla normal y las que se cogen directamente a la mesa.
Las más útiles son las que se sitúan encima de una silla normal ya que las que se acoplan a una mesa muchas veces no se pueden acoplar (dependen mucho de la forma y tamaño de la mesa).
Respecto a los materiales de uso encontramos que tronas hechas de casi cualquier material: plástico, madera, aluminio… Aquí debemos valorar tanto que el material quede ajustado a la decoración que tengamos como su facilidad de limpieza. Usualmente las de madera son las más bonitas pero las de plástico las más prácticas para su limpieza. Al principio solemos valorar más el aspecto visual y el cómo quedará con la decoración, pero siempre (o al menos casi siempre) lo más práctico será adquirir una de plástico y con fundas lavables.