10 consejos para controlar la dermatitis infantil

Picores intensos, enrojecimientos y sequedad en algunas zonas de la piel, son los síntomas más característicos de la dermatitis atópica o infantil, una enfermedad que afecta el día a día de los niños que la padecen y llega a resultar desesperante para los padres.

La dermatitis atópica o infantil es una enfermedad crónica y benigna que aparece por debajo de los dos años y suele desaparecer de forma espontánea en la adolescencia.

Consiste en una reacción exagerada de la piel a estímulos ambientales con los que nos encontramos todos los días, como el polvo, el sudor, el frio…etc. Para los padres, resulta difícil controlar la aparición de nuevos brotes de eccemas, placas y piel endurecida en diferentes áreas de la piel. Hasta la fecha, no existe curación, únicamente podemos tratar los síntomas y hacer un trabajo de prevención lo más riguroso posible.


Diez pautas para mantener bajo control la dermatitis


1. Consulta al pediatra.

La dermatitis infantil no es una enfermedad grave, pero resulta muy molesta para los niños y puede derivar en enfermedades secundarias como infecciones. Por ello, debemos acudir al pediatra y seguir sus recomendaciones.

2. Analizar el momento del brote.

La piel del niño reacciona con un brote de enrojecimiento y picor ante diferentes estímulos cotidianos, conviene estar atento para descubrir cuales son aquellos que suelen desencadenarlos y poder evitarlos con mayor eficacia.

3. Hidratación.

La hidratación es el tratamiento preventivo de la dermatitis por excelencia. Es muy importante aplicar al niño varias veces al día, cremas emolientes, que no contengan fragancias, especialmente después del baño.

4. Evitar el rascado.

Los enrojecimientos y la sequedad de la piel del niño, suelen provocar mucho picor, pero debemos evitar el rascado ya que puede derivar en infecciones o heridas. Para ello, podemos aplicar compresas frías en la zona irritada y mantener las uñas del niño bien cortadas.

5. Evitar la humedad en la piel del niño.

Conviene evitar la humedad en la piel del niño con dermatitis atópica, de hecho, durante mucho tiempo se ha recomendado evitar las duchas diarias para no empeorar la enfermedad. Actualmente, disponemos de productos de higiene muy respetuosos con la piel, que no eliminan la “grasa buena” y que la hidratan. Debemos emplear este tipo de jabones para el baño del niño y aplicar una crema hidratante para pieles atópicas después del secado.

6. Estar atentos a los tejidos.

Algunos tejidos como los sintéticos o la lana, pueden irritar la piel del niño. También podemos deshacernos de las etiquetas que causen roces y de las prendas ásperas o ajustadas.

7. Vigilar los alimentos.

En algunos niños, los eccemas son provocados por determinados alimentos, por ello, conviene tener conciencia de todo aquello que el niño ha ingerido cuando aparece el brote y llevar un control en su consumo.

8. Detergentes.

Conviene utilizar detergentes líquidos o hipoalergénicos como medida de prevención, ya que la piel con dermatitis es excesivamente sensible.

9. Tratamientos adecuados.

En los casos en los que estas medidas no son suficientes o no funcionan correctamente para controlar la dermatitis del niño, el pediatra debe valorar la administración de fármacos adecuados, normalmente se emplean corticoides en crema o vía oral.

10. Preparar al niño.

Dependiendo de la edad y comprensión del niño, conviene concienciarlo sobre la enfermedad que tiene, así como enseñarle a secar e hidratar bien su piel después del baño y evitar el rascado.