Además de un compuesto químico que podemos encontrar en el supermercado, la acetona o cuerpos cetónicos, son unas sustancias que fabrica el hígado cuando la glucosa está bajo mínimos. El organismo necesita la energía que extrae de la glucosa y si no tiene bastante la obtiene de las grasas. Por tanto la presencia de acetona en el organismo indica que las células no pueden convertir la glucosa en energía o que la que hay no es suficiente para funcionar.
Se trata por tanto de un trastorno del metabolismo no de una enfermedad en si misma, aunque si el problema para transformar la glucosa en energía es debido a una diabetes, sí que hablaríamos de la acetona como una de las consecuencias de esta enfermedad.
Pero el organismo de los niños puede estar bajo de glucosa por diversos motivos, no hay que olvidar que en esta etapa de crecimiento necesita mucha más cantidad de energía y sus reservas de glucosa son más limitadas que las de un adulto.