Anteriormente detectar que un niño tenía autismo no era posible hasta que cumplía dos años. Pero actualmente este trastorno puede ser diagnosticado cuando el pequeño tiene apenas nueve meses de edad. Esto se debe a un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores canadienses de la Universidad McMaster, de Ontario, Canadá.
Y es que el autismo afecta a cuatro de cada mil niños, por lo que es importante que se diagnostique lo antes posible para que el pequeño reciba el tratamiento indicado y no llegue a confundirse con otro tipo de trastornos.
De este modo, no se trata de una enfermedad, sino de una alteración en el desarrollo de las funciones cerebrales del niño, que afecta a su capacidad y posibilidades de comunicación de carácter emocional con otras personas e incluso a la organización de sus conductas en el desarrollo de su vida diaria.