Actualmente, el cáncer infantil es la segunda causa más frecuente de mortalidad en niños de hasta 14 años, sólo por debajo de los accidentes de tráfico.
Por lo general, las células del organismo que tienen alguna alteración, mueren. El problema viene cuando alguna de ellas sobrevive, ya que origina células igual de dañinas que la primera y que, además, escapan de los mecanismos de control habituales.
Por lo tanto, se crea un tejido de células enfermas que viajan por la sangre, pudiendo causar tumores de muchos tipos, y en muchos lugares del organismo.
Estas células enfermas que se propagan por el cuerpo, son lo que se denomina cáncer, una enfermedad que no se transmite entre personas, y que puede aparecer en cualquier etapa de la vida, desde la niñez a vejez.