Los casos de bruxismo dental infantil han aumentado y por ello, son cada vez más los padres que acuden al dentista para comentarle estos síntomas que presentan sus hijos. Normalmente este trastorno suele darse por la noche, específicamente en la primera parte del sueño de los pequeños y suele afectar, en mayor medida, a niños de entre 6 y 10 años, en el momento en el que se produce la caída de los dientes de leche y la salida de los permanentes.
Así, el bruxismo provoca apretamiento, rozamiento, frotamiento, e incluso golpeo de los dientes entre sí, lo que acaba dando lugar a consecuencias, tales como dolor e inflamación de la mandíbula, de cabeza, de oído y también desgaste y daños en los dientes, por el continuo roce y choque entre ellos.