Somos seres sociales pero también vivimos en un medio ambiente que forma parte de nuestra esencia como seres humanos, por tanto es muy normal que ante los cambios naturales las personas reaccionemos de maneras determinadas. Los cambios estacionales son los momentos en que esta relación con la naturaleza queda más patente.
La astenia primaveral, la caída del pelo en otoño… son cambios físicos que nos afectan en mayor o menor medida.
Y en este sentido se habla también de las enfermedades de otoño, aquellas que llegan causadas por el cambio de estación y temperatura y ante las que nuestro organismo se encuentra más debilitado debido a esa adaptación que la naturaleza le exige.