Solo pronunciar la palabra esquizofrenia causa un gran respeto y temor, las personas esquizofrénicas viven en un mundo distinto al resto, su realidad está distorsionada y por tanto sus pensamientos y sentimientos son extraños, al igual que su conducta. Si estas características las aplicamos a los niños la situación se presenta aún más dramática.
Es una enfermedad psiquiátrica muy grave y para la que no hay cura, no se sabe a ciencia cierta qué la provoca, la base son cambios en el cerebro que se combinan con factores bioquímicos.
La predisposición genética y el ambiente suelen tener también un papel.