Los soplos cardiacos en los bebés y niños

Lo normal es que el corazón al latir emita un sonido limpio, claro, pero cuando se escucha durante el latido un ruido áspero y chirriante hablamos de un soplo cardíaco.

El corazón está formado por cuatro cámaras, dos superiores llamadas aurículas y dos inferiores o ventrículos.

Entre estas cámaras hay válvulas que son las que se abren y cierran con cada latido del corazón y permiten que la sangre fluya. Cuando este flujo sanguíneo es desigual es cuando se produce el denominado soplo.


Causas de la aparición de un soplo en el corazón de un niño o bebé


Puede suceder por diversos motivos, lo normal es que se den porque la válvula no cierra bien y la sangre se devuelve, también porque la válvula es estrecha o demasiado rígida y la sangre no fluye de forma fluida. El soplo se graduará también en función de su intensidad y de si se produce cuando el corazón está en reposo o contrayéndose.

Los soplos en el caso de los niños pueden tienen distintos orígenes. Hay soplos inofensivos, son los denominados soplos inocentes, no causan problemas ni necesitan tratamiento, de hecho es frecuente que los niños presenten soplos como parte normal de su crecimiento, sin que se deba tomar ninguna medida. Pueden ser soplos del flujo pulmonar, soplo venoso, que se escucha en las venas del cuello por ejemplo en un caso de anemia, o el soplo de Still, este último es el más frecuente y se origina por la turbulencia de flujo sanguíneo en el tracto de salida del ventrículo izquierdo.

Los soplos inocentes se auscultan en más del 50% de los niños normales desde su infancia hasta la adolescencia y son de naturaleza fisiológica, esto es, no se asocian con ninguna anomalía cardíaca anatómica o fisiológica. Tienen su origen en la turbulencia de las grandes arterias que salen de los respectivos ventrículos en un suave ángulo y son relativamente más estrechas que estos últimos.

Pero también existen soplos significativos, en este caso son producidos por defectos congénitos como una formación anómala de las venas pulmonares, aberturas entre las cámaras del corazón, estrechamiento de la aorta o conductos arteriales abiertos.


La supervisión y seguimiento del médico es muy importante


Tanto si hablamos de soplos inocentes como de soplos de mayor relevancia el diagnóstico y la supervisión médica va a ser fundamental aunque mucho más en el caso de defectos congénitos. En función del tipo de soplo y de su causa se aplicará un tratamiento u otro. Será importante a su vez observar otra serie de síntomas como la coloración de la piel, si hay dolor torácico, desmayos, dificultades para respirar, hinchazón o distensión de las venas del cuello,

Para diagnosticar un soplo el médico realizará diversas pruebas, lo primero será la auscultación con el estetoscopio, la mayoría de ellos serán perceptibles de esta manera, los más prominentes se podrán percibir incluso poniendo la mano sobre el tórax. Se pueden realizar también otro tipo de pruebas como una radiografía de tórax o una ecocardiografía.

En el caso de tratarse de soplos congénitos los avances de la medicina hacen posible que se puedan detectar desde antes de nacer y aplicar por tanto el tratamiento que sea preciso.