Niño superdotado. Características de un bebé superdotado

Todo el mundo entiende al hablar de niños superdotados que se trata de niños con una alta inteligencia. En principio, para categorizar al niño de esta forma, se utilizaban determinados test de inteligencia que medían el cociente intelectual (CI). Pero estos test no están exentos de polémica ya que se limitan a medir una serie de capacidades cognitivas y además están sesgados culturalmente.

Por eso hoy en día, al hablar de niños superdotados se incluye algo más que un cociente, se podría decir que es necesario que el CI supere el 130, pero no suficiente.


Niño avanzado no es lo mismo que superdotado


Es necesario a su vez distinguir entre la superdotación y un niño avanzado para su edad o más maduro. Algunos padres detectan que su bebé está más adelantado que el resto de su misma edad, esto no tiene porqué significar que sea superdotado, puede que solo indique un mayor grado de avance o que destaca en algún área concreta, como la música o el lenguaje. Este mayor grado de desarrollo aunque no es determinante, sí se da en los niños superdotados, los padres pueden empezar a sospechar ante la consecución de logros de forma anticipada.

Además de ese talento precoz, entre sus características estaría la capacidad de enunciar frases completas cuando los niños de su edad solo balbucean palabras. Suelen ser niños que muestran una sensibilidad especial hacia determinados temas y perciben detalles de su entorno que pasan desapercibidos para los adultos.

Pero no solo esto, otra de las características que los define es su interés por aprender, esto puede agotar a los padres que se ven sometidos a continuos interrogatorios sobre cualquier situación. Aprenden con facilidad, tienen gran memoria y les interesa profundizar, buscan la lógica y el origen de las explicaciones que reciben. Todo ello hacen que sean niños muy activos, hiperactivos incluso, lo que de nuevo resulta agotador para los padres que deben tener mucha paciencia intentando responder a las demandas de su hijo. El perfeccionismo es otro de sus rasgos definitorios, todo tiene que estar perfecto, el problema está en que esto les lleva a un nivel de exigencia demasiado alto lo que puede provocarles frustración. Una gran imaginación y un agudo sentido del humor, acabarían de conformar el perfil del superdotado.


El papel de los padres


El papel de los padres es fundamental ya que un niño superdotado va a tener unas necesidades diferentes al resto. Por ejemplo, desarrollará una sensibilidad exagerada para su edad ante temas como el maltrato animal o la injusticia social, esto puede llegar a afectarle y volverle reservado. Por otro lado su desarrollo no sigue el mismo camino en todas las áreas, por muy inteligente que sea, emocionalmente suele seguir su edad cronológica por tanto tendrá las rabietas propias de su edad y seguirán necesitando mimos y cariño por parte de sus padres. En ocasiones los padres se central demasiado en su intelecto y descuidan la parte psicológica y emocional que debe ser tenida en cuenta para lograr un desarrollo equilibrado.

Habrá que vigilar sus habilidades sociales, dada su capacidad pueden ser líderes natos pero el ser diferente al resto también le puede llevar al aislamiento, ya que sus intereses no responden a los del grupo lo que dificulta la integración.

Con la orientación adecuada y atendiendo al desarrollo integral de su personalidad y capacidades, un niño superdotado tendrá todas las ventajas y para los padres supondrá además un atractivo reto.