La otitis es una inflamación del oído medio, que viene causada por una infección y que tiene como antecedente habitual cualquier enfermedad de las vías respiratorias altas, en la que el niño acumula mocos. Es muy habitual en los niños de menos de 3 años, que van a la guardería.
La otitis cursa con un dolor intenso, lo que hace que el niño se acabe llevando las manos a los oídos, en un intento de paliar las molestias.
Esta infección provoca una acumulación de pus y fluidos en el oído medio, que presiona el tímpano. Por lo tanto, sus principales síntomas son dolor y pérdida de audición, de carácter temporal.
A consecuencia de esto, el niño presenta una serie de síntomas secundarios, como nerviosismo, cambios en el comer y dormir, náuseas y fiebre.