El pie de atleta es una infección producida por hongos que afecta a los pliegues de los dedos de los pies, a la planta y a los bordes del mismo. Puede afectar también a los niños, el hongo prolifera sobre la piel y se alimenta de queratina.
Es una afección contagiosa que se transmite de forma directa de persona a persona y también por el contacto con superficies húmedas donde el hongo se mantiene por meses.
Por lo tanto los focos de contagio más probables serían saunas, piscinas, gimnasios, hoteles o colegios, todo ello a través de los baños, toallas, alfombras o duchas.
El hongo prolifera así en áreas cálidas, oscuras y húmedas, por tanto los niños tendrán más posibilidades de contagiarse si utilizan un calzado cerrado y poco transpirable, si los pies se mantienen húmedos durante mucho rato, si la sudoración es excesiva o si hay alguna lesión en las uñas o en el pie que pueda facilitar este contagio.