Las células madre son células indiferenciadas o “en blanco" que se encuentran en el cuerpo humano y que tienen el potencial de convertirse en muchos tipos diferentes de células, que lleven a cabo funciones diversas.
La mayoría de las células en el cuerpo humano se diferencian.
Eso significa que están diseñados para funcionar en un particular sistema de órganos y llevar a cabo una función específica. Por ejemplo un glóbulo rojo está diseñado para transportar el oxígeno, mientras que un glóbulo blanco está diseñado para luchar contra la enfermedad. Estas células diferenciadas resultan del proceso de la división celular de las células madre, como su nombre indica.
Una de las principales características de las células madre es su capacidad de auto-renovarse y multiplicarse, manteniendo al mismo tiempo el potencial de convertirse en otros tipos de células. Pueden convertirse en células de la sangre, el corazón, los huesos, la piel, los músculos, el cerebro, etc.
Existen diferentes fuentes de células madre, pero todas ellas tienen la misma capacidad de desarrollarse en múltiples tipos de células.