Tratamiento con la hormona del crecimiento

Para los padres de niños con una estatura baja la hormona de crecimiento puede parecer la panacea, una solución inyectable con la que conseguir que sus hijos dejen de ser los pequeños de la clase, pero este tratamiento ni es tan sencillo ni se puede aplicar a todos los casos.

La hormona del crecimiento se produce en la hipófisis, situada en la base del cerebro, cuando no se produce suficiente es cuando aparece el problema de la baja estatura.

La causa de esta deficiencia se desconoce en la mayoría de casos, puede estar presente desde el nacimiento o producirse por alguna lesión cerebral.


Síntomas de déficit de la hormona del crecimiento


En general los niños con este problema tienen una inteligencia normal, tampoco hay ningún rasgo físico determinante más allá de una altura más baja de lo habitual para su edad y sexo y de unos rasgos faciales más aniñados de lo que le correspondería, por eso es fácil que no se detecte hasta los 2 o 3 años.

El proceso para determinar que el niño padece un déficit de hormona de crecimiento no es sencillo, realmente solo el 5% de los niños de talla baja lo padece, la gran mayoría son normales y la corta estatura se debe al a herencia familiar o a un retraso constitucional de crecimiento. Para estar seguro de que este es el problema se realizan una serie de pruebas como análisis de sangre, radiografía de la mano, resonancia magnética o examen de estimulación.

Una vez diagnosticado el problema se puede iniciar el tratamiento, lo que puede llevar un tiempo ya que hay que hacer un seguimiento de la curva del crecimiento del niño entre otros factores para comprobar que efectivamente ese es el problema. En España no es gratuito, a no ser que el déficit se deba a enfermedades como el síndrome de Turner, síndrome de Prader-Willi o insuficiencia renal crónica.


Tratamiento convencional de un niño con la hormona del crecimiento


El tratamiento consiste en la inyección de la hormona una vez al día, lo que se puede realizar en casa. La inyección es el único método que funciona, por lo que no hay que hacer caso a otro tipo de tratamientos en forma de píldoras que se publicitan, y además debe realizarse siempre bajo supervisión médica. La inyección se debe poner todos los días preferiblemente antes de ir a dormir ya que es en las primeras horas de sueño cuando se produce el mayor pico liberador de esta hormona, y se seguirá aplicando hasta la pubertad.

Los efectos se hacen visibles en mayor medida a lo largo del primer año, se pueden llegar a crecer más de 10 centímetros, a partir de ahí se seguirá creciendo al ritmo normal hasta alcanzar la talla genética. Además cuanto antes se inicie el tratamiento más probabilidades hay que de que surja un mayor efecto.

El tratamiento no está exento de efectos secundarios, que aunque son poco probables conllevan sus riesgos, se puede dar retención de líquidos, hipotiroidismo, aumento de los niveles de glucemia, dolor de cabeza, náuseas, vómitos e hipertensión intracraneal.