Tratamiento de los niños alérgicos

Al polen, a los ácaros, a los animales, a los alimentos… existen un sinfín de tipos de alergias que pueden afectar a un niño. En función de la alergia que se trate será necesario llevar a cabo un tratamiento u otro.

Hay alergias que no precisan más medida que evitar el contacto con las sustancias en cuestión, es el caso de las alergias a los alimentos.

Un alérgico al huevo simplemente deberá evitar ese producto y sus derivados. Lo mismo pasa con las alergias a los medicamentos, estas tienen que estar muy controladas y señaladas en el historial médico para evitar que en un caso de urgencia acabe siendo peor el remedio que la enfermedad. Las alergias a los animales, por ejemplo a los gatos, se tratan también evitando la exposición a estos animales.


Alergias al polen o a los ácaros en niños


Pero hay otro tipo de alergias más difíciles de evitar, es caso de la alergia al polen o a los ácaros. Hablamos de sustancias que se transmiten por el aire y, a no ser que se viva en un entorno totalmente aséptico, será complicado no acabar padeciendo los síntomas de estas alergias.

En general las alergias no son graves, suponen la reacción ante determinadas sustancias que en la mayoría de la gente no provocan ningún efecto, pero que en el caso de los alérgicos su sistema inmunológico más sensible sí reacciona. Los síntomas de alergia se presentarán en la zona sensible a la misma. En el caso de las alergias por el polvo o el polen los síntomas son congestión nasal, irritación de los ojos o moqueo. Si es el caso de una alergia alimentaria se producirán dolores de estómago, diarreas o vómitos. Hay casos en los que alergias a determinadas picaduras de insectos o a medicamentos pueden tener consecuencias muy peligrosas.


Los antihistamínicos


Para las alergias que suelen precisar tratamiento, como son las relacionadas con la exposición ambiental, lo habitual son los antihistamínicos. La histamina es una sustancia química que libera el organismo cuando el sistema inmune reacciona ante los elementos alérgenos, y provoca los molestos síntomas. Con los antihistamínicos se alivian y previenen estos, pueden adquirirse en forma de pastillas, inyecciones o líquidos, algunos incluso no precisan receta médica. Otro de los tratamientos habituales incluye los descongestionantes, especialmente indicados para la congestión nasal, pueden ser en forma de aerosoles o de pastillas. También se pueden recetar corticoesteroides en el caso de que los síntomas de la alergia no se alivien con los antihistamínicos.

Hay otro tipo de tratamientos que incluyen las inyecciones o vacunas, al niño se le inyecta en dosis cada vez mayores el alérgeno en cuestión con el fin de que su sistema se vaya inmunizando. Con todo, no está exento de riesgos ya que puede tener efectos secundarios o provocar crisis anafilácticas.

La prevención será el mejor tratamiento. Para los casos más complicados, como las alergias ambientales, se pueden seguir una serie de recomendaciones. Ante todo hay que evitar salir al campo o estar mucho tiempo al aire libre, mantener las ventanas cerradas y pulveriza la casa con agua. Eliminar alfombras y otros elementos que acumulan polvo además de lavar a menudo los tejidos del hogar, serán también buenos remedios.