Tratamiento del Labio leporino y/o Paladar hendido

El labio leporino, denominado así por recordar al de una liebre en su forma, consiste en la separación del labio superior debido a un defecto congénito que se produce en el embrión, es también llamado labio fisurado y suele ir acompañado del paladar hendido.

Se trata de una deformidad de la cara que se produce durante los tres primeros meses de gestación, el desarrollo facial es incompleto o anormal y a consecuencia de ello se produce un crecimiento descompensado de los dos lados del labio.

Esta descompensación puede alargarse hacia el paladar, una prolongación que afecta a todo el paladar desde la cavidad bucal hasta la cavidad de la nariz. Se trata de una de las malformaciones congénitas más frecuentes, la padece un 15% de recién nacidos.


No se sabe la causa exacta de esta malformación, pero se sabe que se produce entre la semana 6 y 8 de gestación


No se han establecido causas concretas que expliquen el porqué de este defecto, se sabe que la cabeza del embrión se forma entre las primeras 6 y 8 semanas de embarazo por lo que algunos factores ambientes junto con otros genéticos pueden impedir que se consolide la unión de esta zona.

Entre los factores ambientales que se han estudiado como posible causa estaría la malnutrición, la exposición a tóxicos y pesticidas o el consumo de tabaco y drogas ilegales. También hay enfermedades que llevan asociado como síntoma este problema.

En lo que se refiere al tratamiento, la prevención será lo primero, vigilar bien la dieta y el consumo y exposición a determinadas sustancias durante las primeras semanas de embarazo reducirá mucho las posibilidades de malformaciones por motivos ambientales. Aunque necesariamente el tratamiento del labio leporino pasa por la cirugía, el proceso dependerá de la gravedad del caso, en función de la separación del labio las intervenciones empezarán antes y serán más o menos complicadas.

En general la primera cirugía se realizará entre los 2 y 3 meses de edad. Se deben restaurar todos los músculos e intentar que la incisión quede lo más disimulada posible, no hay que olvidar que los tejidos y la piel de los bebés podrán crecer y cicatrizar mejor con una temprana intervención.


La fisura del paladar también se trata con cirugía


En cuanto a la fisura del paladar normalmente se suele utilizar un obturador del paladar, es una prótesis que cubre ese hueco y lo cierra temporalmente. Pero también se puede utilizar cirugía, normalmente entre los 6 y los 12 meses, con ella se consigue que el niño tenga una voz normal y no nasal como es común entre los que padecen este problema. Al tratarse de una zona en crecimiento lo normal es que las intervenciones se mantengan durante su desarrollo.

Una de las innovaciones en este campo es el dispositivo de Latham, es una pieza que se inserta quirúrgicamente entre el cuarto y el quinto mes del niño, cuenta con un tornillo al que diariamente se le da la vuelta para ir juntando poco a poco los bordes de la hendidura y reparar así el labio y el paladar.

Junto con estos tratamientos no habrá que descuidar otras áreas afectadas como son el habla y el lenguaje, la odontología y la parte psicológica, básica cuando el niño se hace más mayor.